Descripción enviada por el equipo del proyecto. El nuevo Kulm Eispavillon en Saint Moritz se encuentra abierto al público, un proyecto de regeneración que posiciona al Kulm Park como foco social al retornarlo a la comunidad.
El objetivo inicial del proyecto era restaurar el eispavillon de 1905, que fue sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 1928 y 1948. El edificio había sido abandonado durante muchos años, y había caído en un estado de extremo deterioro. El nuevo esquema trae al edificio de nuevo a su estado original, poniendo el foco en la pista de patinaje sobre hielo. Además, introduce un nuevo club de restaurante, una pastelería y una terraza para el disfrute de la comunidad local de Engadin. Para ampliar la capacidad del antiguo eispavillon para alojar eventos, se ha incorporado un nuevo pabellón polivalente que se vincula con la histórica estructura. Diseñado con el espíritu de un mini-estadio, está programado para ser el punto de atención dentro del calendario anual de eventos deportivos y culturales, incluyendo las ceremonias de premiación en el Campeonato Mundial de Esquí que se celebrará en Saint Moritz en febrero de 2017, así como festivales de música y exposiciones de autos clásicos.
Situado en el extremo norte del Davos Plaun, que forma una pista de hielo en invierno y un amplio terreno para exposiciones al aire libre y eventos en el verano, la nueva extensión es una estructura flexible que proporcionará una plataforma para una amplia variedad de actividades a lo largo del año, desde una terraza a un escenario para conciertos. El diseño del nuevo pabellón continúa la tradición del trabajo de madera de Engadin, con una cubierta en voladizo que se extiende desde el borde de la calle para formar un espacio parcialmente cubierto, protegido de la lluvia y la nieve. La cubierta está hecha de listones horizontales de madera que permiten las visuales desde el nivel de la calle.
La estructura se extiende en una pared que se curva alrededor de la esquina norte del sitio, terminando en una cubierta más pequeña en el otro extremo. Esto permite las vistas hacia la pista de patinaje y las montañas circundantes desde la calle, mientras que se protege al sitio de los vientos fríos que soplan en el valle. Junto al nuevo pabellón, se ha regenerado el histórico Eispavillon, que ha restablecido no sólo la arquitectura, sino también el espíritu histórico del lugar, una celebración del patinaje, el deporte y el sol. Hay un nuevo restaurante y área de exposición en el primer nivel, que exhibe varios recuerdos que evocan la tradición alpina del valle, por lo que en ese sentido también es un museo. La renovación es fiel al estilo original, preservando las características históricas, en conjunto con el diseño de una "orangerie" como espacio interior-exterior que presenta vistas hacia el valle. Las instalaciones para el alquiler de equipo de patinaje y curling se pueden acomodar en el futuro y un bar al aire libre se encuentra en el nivel inferior con acceso directo al Davos Plaun.